La Psicología de las Bodas
Hace diez años inicié mis estudios en Psicología Clínica, motivado por comprender el funcionamiento de la mente humana, cómo surgen sus emociones y conductas. Mi pasión por la fotografía nació casi en forma simultánea mientras me iniciaba como asistente de video, trabajando en todo tipo de eventos. Sin embargo, fueron las bodas las que despertaron en mí una gran fascinación, al experimentar de cerca los momentos que vivían las parejas y sus familias en un día tan importante, siendo desde mi punto de vista, la celebración en la cual las emociones están más a flor de piel.
Un matrimonio representa la unión de dos mundos y a partir de ello, el nacimiento de un nuevo hogar. Son dos personas que dejan sus nidos, dos familias que se desprenden de un ser amado, al que vieron crecer, y que, en este día, ven con gran alegría unirse a otra persona para iniciar una nueva vida juntos.
Se convierte en un momento mágico, lleno de amor, de felicidad y a la vez, la nostalgia y la incertidumbre también se hacen presentes.
Retratar las emociones de los novios que van surgiendo en torno al día de su boda, es algo maravilloso y un privilegio para mí, al poder ser testigo de sus expresiones de amor y sentirlo verdadero en cada acción, palabra o gesto, me permiten registrar en fotografías un día muy anhelado por los dos, es su día soñado y siento mía la responsabilidad de capturar la esencia de todos estos instantes.
La espontaneidad es un punto central en mi trabajo y trato de obtener las mejores tomas del evento, sin posturas, solo lo que surge de forma natural entre los protagonistas. Evidentemente hay momentos en los que buscamos hacer fotos artísticas y es necesario posar, pero el momento de los votos, el “sí, acepto”, un “te amo” no se lo puede simular y estoy convencido de que eso es lo que marca la diferencia en mi trabajo, capturar emociones y sentimientos mediante las fotografías, para que así, en el futuro, los trasladen a ese día y recuerden los motivos por los cuales sonreían o lloraban. Creo totalmente en aquello de “recordar es volver a vivir”.
Pero mi trabajo inicia mucho antes de la boda y culmina mucho después. Es necesario establecer una relación de confianza y un ambiente cálido con los novios, para ello, la entrevista previa se convierte en una herramienta indispensable, es ahí donde podemos conocernos y comprender de mejor manera sus requerimientos y expectativas. Y luego hasta el día de la entrega final del trabajo, la comunicación es constante y se procura brindar apoyo y apertura ante dudas o sugerencias que surgen a lo largo del proceso.
Es así como la psicología y la fotografía tienen una estrecha relación, en ambas puedo ver y disfrutar de las emociones más profundas y naturales de las personas ante un acontecimiento tan importante y me emociona a mí, ser parte del inicio de su nueva vida juntos.
J Alexander Velastegui
Psicólogo Clínico / Fotógrafo Profesional